El año 2024 marcó un nuevo hito para el comercio exterior latinoamericano. Las exportaciones de productos agrícolas de los 10 principales países de la región —México, Perú, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana, Argentina y Venezuela— alcanzaron los USD 35.371 millones en ventas hacia Estados Unidos, superando ampliamente los USD 32.260 millones registrados en 2023 y consolidando a América Latina como una pieza clave en el abastecimiento alimentario de la potencia norteamericana.
Este crecimiento, equivalente a un aumento del 10 %, refleja no solo el dinamismo del sector agrícola regional, sino también su capacidad de adaptación a nuevas exigencias logísticas, sanitarias y comerciales en un entorno global cada vez más exigente y competitivo.
México: liderazgo indiscutible
México fue, por amplio margen, el principal exportador de productos agrícolas latinoamericanos hacia Estados Unidos, con un total de USD 20.080 millones en 2024. Esto representó el 56,8 % del total regional, una cifra que reafirma su posición de liderazgo, aunque con un crecimiento más moderado del 5 % frente al año anterior.
Productos como el aguacate, los tomates, los pimientos y, sobre todo, las berries —en particular, fresas, arándanos y frambuesas— siguen dominando la canasta exportadora. En 2024, México se mantuvo como el mayor proveedor de aguacate del mundo y el segundo mayor de berries frescas en EE. UU., mercados en los que goza de preferencias arancelarias y reputación por calidad.
Perú, Colombia y Ecuador: crecimiento destacado
Perú se posicionó como el segundo mayor exportador agrícola de la región, con USD 3.479 millones y un crecimiento del 16 %. El país andino ha consolidado su posición como líder mundial en exportación de arándanos, y también ha fortalecido sus envíos de uvas, espárragos y mangos. Esta diversificación ha sido clave para mitigar los riesgos de concentración y ha potenciado su presencia en EE. UU. como proveedor confiable de productos frescos fuera de temporada.
Colombia, en tercer lugar, alcanzó USD 3.279 millones en exportaciones, con un crecimiento anual del 13 %. Si bien el banano sigue siendo su producto agrícola estrella, también destacan las flores, frutas tropicales como la piña y el mango, y una creciente participación de cafés especiales. El país ha invertido en trazabilidad y sostenibilidad, factores clave para acceder a clientes premium en Estados Unidos.
Ecuador fue uno de los países con mayor dinamismo en 2024, alcanzando USD 1.721 millones y creciendo un 31 %. Su tradicional liderazgo en el banano se ha complementado con envíos crecientes de cacao fino, mango, y preparaciones de productos agrícolas. La mejora en su infraestructura portuaria y el cumplimiento riguroso de normativas sanitarias han fortalecido su posicionamiento en EE. UU.
Brasil y Chile: diversificación con tracción
Brasil registró un importante crecimiento del 25 %, con exportaciones agrícolas por USD 2.385 millones. Aunque históricamente su participación en este mercado ha sido más limitada en comparación con otros países, el gigante sudamericano ha ganado terreno de forma sostenida gracias a una oferta más diversificada y competitiva. Entre los productos con mayor presencia se destacan el café verde, los jugos concentrados, las semillas oleaginosas, las frutas tropicales y, más recientemente, los productos orgánicos, que responden a nuevas demandas del consumidor estadounidense premium.
Chile, por su parte, exportó USD 2.049 millones en productos agrícolas en 2024, con un crecimiento del 16 % frente a 2023. Su fortaleza sigue siendo la fruta fresca, especialmente cerezas, uvas, manzanas y nueces. Gracias a su ubicación en el hemisferio sur, puede abastecer a Estados Unidos cuando la oferta local escasea. Esta capacidad de entregar productos frescos y trazables en los momentos clave refuerza su posición como proveedor estratégico en un mercado cada vez más exigente.
El aporte de Centroamérica y el Caribe con oportunidades de expansión
Costa Rica se mantuvo como un exportador sólido con USD 1.628 millones, un crecimiento del 3 %. Su oferta está bien posicionada en segmentos como la piña, el café y el banano, productos por los que es ampliamente reconocido en el mercado estadounidense. A pesar del crecimiento más moderado, el país sigue siendo un socio confiable gracias a su estabilidad institucional y logística.
República Dominicana logró un crecimiento excepcional del 43 % en 2024, con exportaciones agrícolas que alcanzaron los USD 372 millones. Entre los principales productos destacan el cacao orgánico, el aguacate y los mangos, todos con fuerte demanda en el mercado estadounidense. Este desempeño responde a los esfuerzos del país por diversificar su oferta y adoptar prácticas agrícolas más sostenibles. Además, el auge del consumo de productos exóticos y de comercio justo ha favorecido directamente a sus exportadores, consolidando al país como un proveedor emergente con alto potencial.
Argentina tuvo un desempeño más débil en 2024, con exportaciones agrícolas por USD 368 millones, lo que representa una caída del 4 % respecto al año anterior. Sus principales productos fueron miel, limones y vinos, todos con reconocimiento internacional. Sin embargo, su capacidad exportadora se vio afectada por restricciones cambiarias, alta inflación y limitaciones logísticas, factores que han restringido su competitividad frente a otros países de la región. A pesar de contar con un sector agrícola sólido y diverso, los desafíos estructurales internos siguen siendo una barrera para consolidarse en el exigente mercado estadounidense.
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Avance del 2025: primer semestre y proyecciones
Durante los dos primeros trimestres de 2025, las exportaciones agrícolas latinoamericanas han presentado señales mixtas. Si bien algunos mercados lograron mantener la estabilidad, otros enfrentaron retrocesos importantes debido a los aranceles impuestos por Trump.
Perú, uno de los mayores proveedores de arándanos frescos del mundo, enfrentó una contracción del 30 % en sus envíos a Estados Unidos debido a la imposición de un arancel del 10 %, lo que llevó a los exportadores a redireccionar parte de su producción hacia Asia, especialmente China, aprovechando la puesta en marcha del puerto de Chancay.
Brasil, por su parte, continúa registrando una cosecha récord de maíz, lo cual refuerza su posición como proveedor alternativo de granos y subproductos agrícolas en el mercado estadounidense. Además, la expansión sostenida de su frontera agrícola y el aumento de la productividad le han permitido diversificar su cartera de productos hacia frutas tropicales, jugos y café, consolidando su presencia en segmentos de mayor valor añadido.
El resto de los países ha mantenido cifras similares a las de 2024, aunque se percibe una ligera desaceleración en algunos productos sensibles a los aranceles o con competencia directa desde Asia y África.
Perspectivas para lo que resta del año
El panorama para las exportaciones agrícolas latinoamericanas hacia Estados Unidos en la segunda mitad de 2025 es favorable, aunque marcado por desafíos. La demanda estadounidense de frutas frescas, superfoods, productos orgánicos y alimentos con certificación sostenible sigue creciendo, y se proyecta un aumento anual superior al 8 %. Esta tendencia abre oportunidades para los países de la región, especialmente aquellos con oferta diversificada y trazabilidad certificada.
Sin embargo, persisten riesgos comerciales. La aplicación de nuevos aranceles por parte de EE. UU., como ya ocurrió con los arándanos peruanos y el café brasileño, podría extenderse a otros productos. Además, el cambio climático está alterando las ventanas de cosecha, obligando a los exportadores a adaptarse rápidamente.
A pesar de ello, proyectos como el puerto de Chancay en Perú y mejoras en corredores logísticos regionales están fortaleciendo la competitividad de América Latina. La digitalización de procesos y la capacidad de respuesta ante cambios del mercado serán claves para consolidar el crecimiento exportador en lo que resta del año.
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